Hemos preguntado a algunos de los mejores bloggers de viajes y turismo cántabros cuales eran sus rincones favoritos para una escapada rural en Cantabria, y sus elecciones fueron:

 

Asón – Imanes de Viaje

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Uno de mis lugares favoritos en mi tierra, Cantabria, para hacer turismo rural es la Comarca del Asón, en la parte oriental de Cantabria. Quizás no es tan conocida como otras zonas cántabras, pero también eso le hace tener más encanto. Puedes visitar el nacimiento del Río Asón, las Cascadas del Río Gándara y disfrutar de varios miradores de esos que te dejan flipado, como es el caso del vertiginoso mirador del gándara. Si esto no te ha parecido suficiente, también es una zona con gran cantidad de cuevas paleolíticas con pinturas rupestres, en algunas de ellas también se puede hacer espeleología. En resumidas cuentas, en la Comarca del Asón tienes infinidad de planes rurales y aventureros para pasar un fin de semana perfecto.

La Ojerada de Ajo – Cantabria Creativa

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Desde que era muy niña, cuando aún no se hablaba del turismo rural y simplemente íbamos de vacaciones al pueblo, Ajo ocupa un lugar especial en mis recuerdos.

En la Costa Oriental de Cantabria, entre Santander y Santoña, se encuentra Ajo. Un lugar que ha sabido conjugar el encanto de los pequeños pueblos costeros con el tradicional aroma de pueblo ganadero. Apenas llega a los 2000 habitantes, pero dispone de todos los servicios necesarios para ser un destino turístico envidiable para todas las edades y disfrutar de la naturaleza, práctica deportiva, cultura, gastronomía y alojamientos.

Además desde 2015, Ajo forma parte de los municipios declarados Patrimonio Mundial, por ser lugar de paso del Camino Costero del Norte a Santiago y así lo atestiguan sus edificios religiosos.

Desde el faro, que domina el cabo más septentrional de Cantabria desde 1930 en que fue inaugurado, se disfrutan unas espectaculares vistas de los rocosos acantilados abiertos al Cantábrico y, a pocos metros del faro siguiendo un sendero que se abre hacia el este entre praderías y acantilados, se encuentra un singular capricho natural: “ La Ojerada”.

Pocos lugares hay en Cantabria tan singulares como este rincón de “La Ojerada”. Aquí, la naturaleza ha labrado una singular obra de arte, en forma de grandes ojos, con sus sifones y un mirador con envidiables e impresionantes vistas del mar y de la montaña. Es un lugar tan especial y encantador que lo mismo se puede encontrar un grupo de jóvenes merendando que se convierte en capilla para celebrar una boda en tan singular escenario.

Liérganes – Cantabria y Turismo

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Acercarse a Liérganes es llenar de verde los pulmones, de retales de paraíso nuestras pupilas y de paz el alma.
Uno de nuestros rincones favoritos de “la Tierruca” siempre ha sido este municipio de la comarca de Trasmiera. Pasear entre arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII, tomarnos un chocolate con churros mientras admiramos los balcones montañeses llenos de flores o descubrir las famosas “Tetas de Liérganes” son un regalo para enriquecerse culturalmente. Destacan también el Puente romano, el Balneario de Liérganes y el Ecomuseo – Fluviarium de la Montaña y Cuencas Fluviales Pasiegas.

No en vano ha sido declarado “Pueblo más bonito de España 2016”, y es que Liérganes tiene hasta su propio ser legendario de la mitología Cántabra: “El hombre pez”.

Francisco de la Vega Casar, fue a nadar con unos amigos al Mierala víspera de San Juan en 1674. Entró en el agua y se fue nadando río abajo. Como era buen nadador no se preocuparon por él hasta pasadas unas horas. Finalmente se le dio por ahogado.
Cinco años más tarde, en la bahía de Cádiz, apareció un ser acuático extraño, con apariencia humana. Cuando lo atraparon se dieron cuenta de que era un hombre joven, pálido y pelirrojo con escamas que le descendían de la garganta hasta el estómago y por el espinazo. Los pescadores le llevaron al convento de S.Francisco, donde, los frailes, después de conjurar a los espíritus malignos que pudiera contener, le interrogaron en varios idiomas sin obtener respuesta alguna. Al cabo de unos días, dijo una palabra: “¡Liérganes!”.
Uno de los frailes le acompañó a Liérganes donde su madre le reconoció. Francisco vivió tranquilamente en el pueblo, apenas hablaba, era dócil y se le tomaba por loco. Finalmente, después, de nueve años, desapareció de nuevo en el mar sin que se supiera nunca más de él.

Por todo esto y mucho más, Liérganes nos enamora y hace que sea uno de nuestros rincones favoritos de Cantabria.
¡Os esperamos!

 

La Braña de los TejosSenderismo Cantabria

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Me han encargado que os sugiera un rincón paradisíaco de mi comunidad, Cantabria. Esto va a ser una misión prácticamente imposible, ya que en Cantabria tenemos cientos de rincones de ensueño. Tenemos diferentes zonas que nos pueden embelesar, playas, costa, montañas, ríos,… en concreto la reserva del Saja-Besaya, los Collados del Asón, la zona de Liébana, Picos de Europa,…

Así todo para mí hay un rincón de lujo, el cual recomendaría a cualquier senderista, tanto de Cantabria, como de cualquier otro lugar de España,ese lugar es la Braña de los Tejos, en la zona de Liébana. Es un lugar que está situado en una meseta elevada, una perfecta atalaya, ya que desde allí se puede tener una vista de 360º, los picos de Europa, montaña Palentina, Sierra costera de Asturias y de Cantabria.

Lo que más llama la atención de esta meseta es la presencia de estos árboles tan singulares, el tejo, árbol sagrado de los Cántabros y que es una de las especies arbóreas más robustas y longevas, algunas con más de mil años y que tiene la característica de que sus hojas y semillas son sumamente venenosas.
Hay estudios que dicen que en esta idílica braña se pudo asentar algún poblado Cántabro, ya que es de muy difícil acceso y con unas características estratégicas y defensivas contra la presión del ejército romano. También la historia dice que los cántabros antes de someterse al ejército romano prefirieron quitarse la vida utilizando para ello las semillas de este árbol sagrado.
Lo bonito, no sólo es visitar este emblemático lugar, sino que existen diversas rutas de senderismo que tienen como destino final esta braña. Se puede acceder desde Santa María de Lebeña, Cicera y desde San Pedro de Bedoya, todos ellos, pueblos de importante valor histórico tanto en los pueblos como en los alrededores.

Más info: La braña de los tejos desde Cicera y  La braña de los tejos desde Santa María de Lebeña.

Sobrepeña, Valderredible – Jesusfrleal

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Uno de mis rincones preferidos de Cantabria es Sobrepeña, en Valderredible, Valle de la ribera del Ebro («Val de ripa Iber»).

Situado en el sur de la Comunidad de Cantabria, cerca de Campoo, este valle no es tan conocido como Liébana o los pueblos de la costa cántabra, o los valles del Saja, Pas, Asón o Nansa, pero está lleno de atractivos. Sobrepeña, un pueblo que cómo podéis deducir por el nombre está…«sobre una peña» y con las vistas de la foto que acompaño.

Así son los nombres de los pueblos, no en vano el siguiente más cercano es «Campo de Ebro», que como también os imaginaréis esta en una campa (o «prau» que decimos en Cantabria) junto al Ebro. Allí nos atendió Oscar, como siempre que vamos pues no era la primera vez, propietario de la Casa Rural de La Coruja y guía, buscador de setas, educador de naturaleza para los niños, gestor de Centros de Interpretación, conocedor de cada rincón del valle y, cuando le conoces más, se convierte en un amigo.

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Posibilidades: Monte Hijedo, bosque mayoritario de robles, y también de hayas y otras especies, imprescindible de visitar entre Cantabria y Burgos; las valiosísimas ermitas rupestres (STª Mª de Valverde-con mágnifico Centro de Interpretación del arte rupestre-, Arroyuelos, etc…); gastronomía (ollas ferroviarias, hornazo, queso valluco, setas, patatas,…); Arte Románico (destaca San Martín de Elines); o muy variadas rutas.

Esta vez nos dejamos llevar por la corriente del río Ebro en época de otoño (ojo al colorido), entre Villaescusa de Ebro y Orbaneja del Castillo (Burgos), con muchos atractivos: bosque de ribera, cascadas del Tobazo, el famoso Cañón del Ebro, los pueblos, los chozos en el Páramo de Bricia frente al de la Lora…

Más info sobre Valderredible en el blog.

El Valle del Pas, travesía montañesa – Genniuco.com

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Uno de los lugares más hermosos de Cantabria es la comarca Pasiega, un paraje que conserva su tradición y cultura con carácter propio y claramente diferenciado de la cultura montañesa del resto de Cantabria, y donde uno de sus rasgos más marcados ha sido el aislamiento, razón por la que conservan intactas hasta hace muy poco tiempo muchas de sus costumbres.

El Valle del Pas está situado en el límite de Cantabria con Burgos, en el nacimiento del río Pas que da nombre a la comarca. Vega del Pas, San Pedro del Romeral y San Roque de Riomiera son las tres villas pasiegas que forman el núcleo central de este territorio, aunque estas tierras se extienden a zonas colindantes como Luena, Selaya, Miera, Ruesga y Soba.

El Pas discurre paralelo al Parque de Alceda, lugar declarado actualmente como jardín botánico, por su patrimonio arbóreo. Más al norte transita al pie del pico Castillo, donde se ubican las cuevas prehistóricas de Puente Viesgo, antes de recorrer el valle de Piélagos y desembocar en la bellísima ría de Mogro, junto al parque Natural de las Dunas de Liencres. Las posibilidades que ofrece la ruta van desde la pesca del salmón y la trucha en los cotos del Pas, la visita a los balnearios de Puente Viesgo y Alceda, la visita al Parque de la Naturaleza de Cabárceno o al Museo Etnográfico en Vega de Pas, llamado “Museo de las Tres Villas Pasiegas”, que está instalado en una pequeña ermita y en el que se puede contemplar una reproducción de la típica cabaña pasiega con todos los útiles e instrumentos que utiliza desde hace mucho tiempo la gente del lugar.

Como puntos de interés arquitectónico también pueden admirarse la Colegiata románica de Castañeda y otras iglesias del mismo estilo en el valle de Cayón, sin olvidarnos de la Plaza típica Montañesa en Vega de Pas y las típicas casonas montañesas antes mencionadas. Los alrededores de Puente Viesgo se presentan como un magnífico lugar para la práctica del senderismo.

Más info en Genniuco

Faro del CaballoAl Filo de lo Improbable

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De todos los lugares que he podido visitar de la comunidad cántabra, este sin duda es el que más llama mi atención, el Faro del Caballo.

Es un lugar idílico entre acantilados de más de 200 metros de altura que la naturaleza azota cada vez que tiene oportunidad, en las laderas del monte Buciero de Santoña.

Sería otro faro más si no fuese por su complicado acceso, ya que hay que descender unos 700 escalones para llegar a él. Pero merece la pena el esfuerzo para contemplar este bello rincón bañado por aguas turquesas.

En la zona se pueden visitar otros faros, y restos de fortificaciones napoleónicas, además de la marítima localidad de Santoña.

Teleférico de Fuente Dé – Wander On World

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Seguro que has oído hablar de los Lagos de Covadonga, la Ruta del Cares, el Naranjo de Bulnes o el Teleférico de Fuente Dé. Pues bien, todos esos lugares, y muchos más, forman parte de Picos de Europa, el segundo Parque Nacional más visitado de España tras el P.N. del Teide. Hoy te enseñamos un trocito de este gran lugar.

Una parte muy visita de Picos de Europa es el Teleférico de Fuente Dé, salva un desnivel de casi 800 metros en tan sólo 4 minutos, de modo que cuando llegas a la estación superior del mismo, te encuentras a casi 2.000 metros de altitud en el pleno corazón de los Picos de Europa.

El viaje en las cabinas es pura adrenalina pero lo mejor es llegar al mirador, un lugar en voladizo y con suelo enrejado desde donde podrás admirar el Macizo Central de los Picos de Europa en estado puro sin obstáculo alguno. La panorámica es perfecta y aunque da impresión suspenderte en tal plataforma, ¡no lo dudes ni un segundo!

Una vez arriba ya no queda otra que disfrutar de las vistas, del espacio abierto, del aire fresco, del silencio…en definitiva, de la naturaleza. Desde aquí se puede proceder al descenso a pie, existen un par de rutas de senderismo.

Disfrutarás muchísimo de la visita, y aunque no sea más que un día, supondrá una desconexión total de la ciudad de la que no salimos últimamente.