La comarca del Bidasoa, es uno de los grandes lugares de interés en Guipúzcoa. Localidades como Hondarribia (Fuenterrabía), Pasaia (Pasajes) o Irún, y rincones como el Monte Jaizkibel la han convertido en uno de los núcleos turísticos más importantes de Gipuzkoa y la Bahía de Txigundi es su joya más preciada.

Colgada sobre la ensenada, la gentil ciudad amurallada de Hondarribia se erige como el mejor punto de partida para visitar esta bella zona de Euskadi. Además de su relevancia histórica, apreciable claramente en su casco urbano medieval, Hondarribia hace gala de una ubicación privilegiada, un marco natural compartido con la vecina Francia.

El itinerario debe comenzar casi de manera obligada por su casco viejo. Flanquear la Puerta de Santa María y pasar al otro lado de la muralla es comenzar un viaje a través del tiempo. Sus calles angostas y empinadas son un espectáculo y, sobre todo, esos muros defensivos y recios. Sin duda es una de las ciudades más hermosas de Euskadi, cuyas calles, plazas y antiguos edificios han sido testigos de importantes episodios de la historia, como en 1794, cuando fue saqueada por los franceses. Hoy contemplamos una bahía luminosa y abierta.

Monumento toda ella, el casco antiguo de esta noble villa alberga una importante riqueza tanto artística como arquitectónica. Subir por la Calle Mayor, donde se encuentran edificios emblemáticos como la Torre de la Parroquia de la Asunción, es volver a épocas señoriales, cuando plebeyos y contrabandistas marcaban el carácter duro y luchador del que hacen gala los arrantzales de Hondarribia.

El Palacio de Carlos V hoy convertido en Parador Nacional, la Casa Consistorial (de estilo barroco), la Casa Torre Etxebeste, el Palacio Zuloaga o la calle Pampinot son algunos de los lugares destacados.

Aunque si hay un paseo que atrape de verdad al visitante es el del Barrio de la Marina, fuera del casco viejo, caracterizado por las casas de los pescadores y sus balcones de madera pintados en llamativos tonos azules, rojos y verdes, que conservan el sabor marinero de antaño. Estas viviendas mantienen la tradición de ser coloreadas con los excedentes de la pintura de los barcos pesqueros del pueblo que siempre han mostrado colores chillones para facilitar su identificación en los días de mala mar. En algunas de estas casas se encuentran algunos de los mejores bares de pintxos de la comarca.

Muy cerca, encontramos Irún, que por su situación fronteriza con Francia siempre ha sido un importantenúcleo comercial, aunque no todo es negocio, ya que el visitante puede descubrir el Oiasso, posiblemente el yacimiento arqueológico más importante de Gipuzkoa, una ciudad romana cuyos vestigios se conservan en el Museo Romano Oiasso. En la villa de Irún, como enla mayoría de las localidades vascas, tampoco faltan los bares de pintxos donde disfrutar de las expresiones gastronómicas de la región.

Aparte de todo esto, la Comarca del Bidasoa ofrece al visitante multitud de posibilidades como, por ejemplo, la ascensión a Jaizkibel, mitica montaña que tuvo un gran valor defensivo por sus privilegiadas vistas sobre el mar y que hoy es famosa por la dureza de sus rampas en cualquier carrera ciclista. En el descenso se puede visitar el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, unprecioso templo marinero del Siglo XVI.

Otra visita imprescindible es el pintoresco puerto de Pasaia (Pasajes), formado por tres núcleos urbanos, San Pedro, San Juan y Donibane. Este pueblo acomoda sus peculiares casas en el pequeño fiordo que forma el Oiartzun  en la búsqueda de una salida natural al mar. Sus casas puente, las angostas calles empedradas y las bellas plazas decoradas con viviendas con balcones multicolores son la gran atracción.